Instituciones tales como la administración, la policía, el ejercito o el aparato de estado están hechas para transmitir decisiones, para que se apliquen y castigar a aquellos que no las obedezcan, pero cree que el poder político se ejerce también por mediación de un determinado número de instituciones que aparentemente no tienen nada en común con el poder político, que aparecen como independientes cuando en realidad no lo son, como la universidad o el conjunto del sistema escolar, que en apariencia están hechos para distribuir el saber y en realidad para mantenerle el poder a una determinada clase social y excluir de los instrumentos de poder a cualquier otra clase social, o la psiquiatría, que se supone que sirve para mejorar a la humanidad y el conocimiento de los psiquiatras, también es un método para implementar el poder político en un grupo social particular. La verdadera tarea en una sociedad política como la nuestra es criticar el juego de las instituciones aparentemente neutras e independientes, criticarlas y atacarlas de tal manera que la violencia política que oscuramente se ejerce en ellas sea desenmascarada y se pueda luchar contra ellas. Si no se es capaz de reconocer estos puntos de apoyo del poder de clase se corre el riesgo de que continúen existiendo y de ver como se reconstituye ese poder de clase tras un proceso aparentemente revolucionario. Ahora bien, que esto lo plantee Michel Foucault resulta conmovedor, pero ver como lo plantea es decididamente esclarecedor, y si no, vayan a los links y después me dicen. Abur. Mariana Hernández Larguía.
Hace 13 años
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