sábado, 6 de septiembre de 2008

Los hijos de malos padres


Que paradoja que el hijo de un represor se crea con derecho a agredir como un matón a una víctima del terrorismo de estado, y digo paradoja porque, a pesar de que la mayoría de los ejecutores del terror quedaron en libertad y sus víctimas muchas veces tuvieron que padecer el hecho de verlos caminar por las calles como ciudadanos probos, ni uno de ellos se tomo la justicia por mano propia. Mariana Hernández Larguía

Sobreviviente de un centro clandestino denunció que fue agredido por el hijo de un jerarca de la dictadura.

Buenos Aires.- Un sobreviviente del centro clandestino de detención “Mansión Seré” denunció hoy que fue agredido a golpes por el hijo del coronel retirado Carlos Sánchez Toranzo, quien está acusado de participar en los organismos represivos de la dictadura militar.
El agresor, además, se encontraba armado, según aseguró el abogado Pedro Dinami, quien representa a la víctima, Conon Saverio Cinquemani, por lo que solicitó su detención y la intervención de la Secretaría de Protección de Testigos.
Cinquemani estuvo secuestrado 67 días en 1977 y es testigo y querellante en el juicio que el Tribunal Oral Federal 5 sustancia a los brigadieres retirados Hipólito Rafael Mariani y César Miguel Comes, ex jefes de las bases aéreas de El Palomar y Morón, en cuya jurisdicción funcionó el centro “Mansión Seré” o “Atila”.
El hombre denunció que Juan Manuel Sánchez Toranzo, vecino suyo en el edificio de la calle Estados Unidos 510, barrio porteño de San Telmo, lo insultó y agredió a trompadas cuando se encontraron en la calle, a las 9.45, lo que le ocasionó lesiones y la rotura de sus anteojos.
Dijo que “la agresión fue tanto física como verbal” y que el hombre, de unos 35 años, lo amenazó de muerte, antes de romperle los anteojos y golpearlo. “Pude zafar porque la gente me rodeó y evitó que me siga golpeando”, señaló.
Cinquemani (55), que es actor y su nombre artístico es Mario Galvano, recordó que el martes pasado, cuando debió declarar en la causa y su testimonio fue difundido por los medios de prensa, “Sánchez Toranzo me empezó a insultar”, al cruzarse en la esquina de Bolívar y Estados Unidos.
Esta mañana, luego de agredirlo, apuntó que el hijo del militar se dirigió al hostel
"Antico Boutique", ubicado en Bolívar 893, del que sería uno de los dueños.
Según el letrado, Sánchez Toranzo, poco después salió del hotel y realizó “señales
amenazantes, como con una pistola tirando tiros”, en dirección a Cinquemani y un vecino que lo asistió.
Cinquemani realizó la denuncia en la comisaría segunda, y se dio intervención a la Fiscalía Contravencional Número 5, a cargo de Norberto Brotto, pero el abogado declaró que “no tiene competencia, porque es un delito federal, ya que se trata de amenazas a un testigo en una causa por delitos de lesa humanidad”.
Por tanto, reclamó la presencia de funcionarios de la Secretaría de Protección de Testigos, ya que según dijo, “todos los testigos son amenazados” en la causa.
“Mansión Seré” operó en la localidad bonaerense de Castelar, partido de Morón, y el martes pasado Cinquemani comprometió a la Fuerza Aérea en la dirección y funcionamiento de ese campo de torturas y muertes durante la última dictadura militar, en el juicio contra Mariani y Comes. (DyN)

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