Un cuentito que anda circulando por Internet e inmediatamente después la respuesta que Jorge Herralde, nombrado en el 2006 Commandeur de l’Ordre des Arts et des Lettres, dá cuando le preguntan si vende bien en Argentina. Atenti al luppo. Mariana Hernández Larguía.
Diciembre 2012. Luego de estar unos años afuera, vuelvo para pasar las fiestas en familia. El taxista que me trae del aeropuerto me habla de la última novela de Scott Turow. Cansado, apenas escucho lo que me dice. Miro, soñoliento, la ventana. Las plazas están repletas de personas leyendo. Puedo ver en los bares libros sobre todas las mesas, y basta que avancemos unas cuadras para que la vidriera de alguna librería aparezca frente a nosotros.Me incorporo, bajo la ventanilla para que el aire fresco termine de despertarme.Al detenernos en un semáforo una señora que cruza la calle, llevando las bolsas del supermercado, le dice a su amiga: 'No, no... en Cortázar la fuerza de la lectura es centrípeta, mientras que en Borges es una lectura centrífuga que te impulsa hacia un saber enciclopédico'.No logro entender lo que sucede. Donde mire hay alguien con un libro en la mano.Me bajo del taxi. En la puerta de casa me están esperando. Antes de soltar las valijas pregunto qué es lo que está pasando.-Ah... claro, no sabés nada.- Fue hace 6 meses...- .... Murió Tinelli.
¿Vende bien en Argentina? –Sí. El nivel cultural de Argentina es el más alto de América Latina, esto es indiscutible, a pesar del avituallamiento y con todas estas sucesivas caídas de la moneda. Recuerdo amigos argentinos pasar por Barcelona y comprar libros de Anagrama: ¡sólo un ejemplar para un colectivo de diez amigos! En Argentina durante unos años, gracias a la falsa paridad peso-dólar, los libros fueron muy asequibles hasta que entró el socavón de la realidad, el corralito de 2001, y se derrumbó la venta de libros de importación. Para luchar contra esto empezamos a publicar en Buenos Aires y ya llevamos alrededor de 40 títulos, que escogemos entre los destacados de la editorial con más posibilidad de venta en Argentina y todos los autores argentinos de nuestro catálogo. Como ha salido una nueva generación de escritores latinoamericanos, los he ido fichando con la idea de hacer, al menos, dos ediciones, una en su país de origen y otra en España, y desde aquí distribuirla al resto de América Latina, a diferencia de los grandes grupos que, en general, a menos que sean figuras muy conocidas, sólo hacen ediciones cantonales en sus respectivos países y no circulan, de lo que se quejan amargamente y con razón, pero los contables de esos grupos no se quieren arriesgar. A contracorriente, nosotros lo estamos haciendo y en Argentina hemos publicado a Alan Pauls, Martín Kohan, Martín Caparrós, y hemos rescatado la obra del gran Ricardo Piglia. Estamos atentos a los nietos del boom que escriben liberados de la famosa angustia de las influencias de la que hablaba Harold Bloom.
No hay comentarios:
Publicar un comentario