Indignación en Italia por el maltrato a una extranjera detenida
Una prostituta nigeriana yacía cubierta de suciedad en el suelo de una comisaría
LAURA LUCCHINI - Milán - 14/08/2008
La imagen del cuerpo semidesnudo de una joven prostituta africana, sucio y abandonado en el suelo de una celda del cuartel de policía de Parma (en el norte de Italia) ha conmocionado al país. Desde que el diario La Repubblica publicó el martes en su edición digital esta fotografía dramática, representantes políticos y asociaciones de derechos humanos han denunciado las medidas adoptadas por el Gobierno de Silvio Berlusconi para aumentar la seguridad y el decoro de las ciudades.
"Quizá tuvo una crisis de nervios" explica el concejal de seguridad.
Se trata de una mujer nigeriana, detenida en la noche del 9 agosto en el curso de una operación antiprostitución llevada a cabo en presencia de periodistas, fotógrafos y del concejal de seguridad de Parma, Constantino Monteverdi.
Según la reconstrucción de la Policía Municipal, la joven fue encontrada "mientras ejercía" y estaba sin papeles. Como de rutina, la policía se la llevó a la comisaría para tomar las huellas dactilares. "Como es normal, esta nigeriana intentó suscitar pena en los policías para que no la identificaran", explicó en conversación telefónica el concejal Monteverdi. "Fue llevada a la sala donde esperan los que han sido detenidos. Primero se sentó y luego se tiró en el suelo. Posiblemente tuvo una crisis de nervios por miedo a ser golpeada por su protector afuera". Según Monteverdi, no era la primera vez que la policía identificaba a la mujer. En otras ocasiones "Nigeria no la reconoció y no se la pudo expulsar". A la mañana siguiente, fue puesta en libertad.
La reconstrucción oficial no ha aclarado todas las dudas. El Partido Radical, en la oposición, manifestó ayer su indignación y envió un cuestionario al Ministerio del Interior para obtener más datos sobre lo ocurrido. En una carta abierta, los senadores Marco Perduca y Donatella Poretti se preguntaron, entre otras cosas, "si la operación antiprostitución, por tipología y modalidades, era competencia de la policía municipal", y también, "si no considera el Ministerio de Interior que este tipo de intervenciones deben ser conformes a las leyes y que las personas sujetas a restricciones temporales de libertad tienen derecho a ser tratadas dignamente".
Junto a la carta del Partido Radical, la foto de la joven prostituta llegó al presidente del Senado, Renato Schifani, quien pidió explicaciones al jefe policial de Parma. "Quienes quieren adoptar el principio de la tolerancia cero deben hacerlo sin olvidar nunca la defensa de la dignidad de las personas y su privacidad", y añadió: "La dramática foto publicada puede trasmitir una imagen de nuestro país distinta de la realidad y de cuánto se está haciendo para el orden público, y respetando los derechos humanos".
En el paquete de seguridad, una serie de reformas para el orden público aprobadas en julio por el Gobierno de Berlusconi, están previstos poderes especiales para los alcaldes de las ciudades para intervenir en situaciones de emergencia contra mendigos y prostitutas. Sin embargo, el concejal de Seguridad de Parma excluye que se trate de una medida de emergencia: "Son controles normales", dijo Monteverdi. "En verano, con el calor, las prostitutas se visten con muy poca ropa, andan por el centro de la ciudad y la gente se queja, por eso las controlamos más. También les ofrecemos la posibilidad de insertarse en un programa para conseguir la ciudadanía italiana", siguió Monteverdi, que concluyó asegurando que "nunca había sido tratada tan bien: los policías le ofrecieron ropa y un desayuno".
La semana pasada, también generó polémica la notica de que el alcalde de Roma, el posfascista Gianni Alemanno, está estudiando la posibilidad de prohibir a los mendigos remover dentro de los contenedores de basura. No obstante, las quejas de algunas asociaciones de voluntariado consiguieron que el Ayuntamiento aparcara temporalmente esta idea.
El semanal católico Familia Cristiana ha vuelto a atacar duramente al Gobierno de Silvio Berlusconi por sus iniciativas en temas de seguridad y control de la inmigración. En el editorial que saldrá en el próximo número, expresó la esperanza de que "no sea fundada la sospecha de que en Italia esté volviendo a nacer el fascismo bajo otras formas". Además, el editorial acusó al Gobierno por "la mentira de la emergencia de la seguridad", y concluyó con una frase rotunda: "Ahora ya está".
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